Last weekend's events in Charlottesville horrified us beyond words. We are heartbroken that lives were lost and devastated by the violence inflicted on the community of Charlottesville, the effects of which reverberated far beyond. We condemn these actions and the white supremacists who committed them, and are outraged that those at the highest levels of power in this country refuse to do the same.
This explicit, aggressive display of hate is a grim reminder of how deeply white supremacy and racism are ingrained in our society and institutions. Standing up to and dismantling the forces, visible and not, that serve to maintain this status quo requires each of us to play a role.
At Ibis we conduct rigorous research to ensure that people can fully exercise their sexual and reproductive rights. Through our research we endeavor to uncover truths and expose injustices that can help lead us on the path to change. Individual people are the experts of their own lives and in our work we aim to lift up the voices and experiences of communities who are most harmed by racism and other oppressions and inequalities.
We are, however, all too aware of the historical role that research has played in perpetuating oppressions and harming communities. Engaging in research that emerges from partnership with communities and addresses the priorities of our advocate and service provider allies is one way in which we reject systems of oppression, including white supremacy. But this work requires vigilance, and a constant awareness of our own privilege as researchers.
This week only strengthens our resolve to stand up to white supremacy, to work even more actively to advance justice and equity within and outside our organization, and to hold space for addressing and working tirelessly to eradicate white supremacy within our organization; the global sexual and reproductive health, rights, and justice movement; and the world at large.
Today our hearts are with the people affected by this week's violence in Charlottesville, as well as Barcelona. Tomorrow we continue to fight for a better world where all people are free from violence, xenophobia, racism, and reproductive oppression.
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Los eventos de la semana pasada en Charlottesville nos horrorizaron más allá de lo que las palabras pueden expresar. Tenemos el corazón roto al ver que se perdieron y se devastaron vidas por la violencia infligida en la comunidad de Charlottesville, los efectos de los cuales reverberaron ampliamente. Nosotras condenamos estas acciones y a los supremacistas blancos que los cometieron, y estamos indignadas con que los que se encuentran en los puestos más altos de poder en este país se nieguen a estarlo también.
La demostración explicita y agresiva de odio es un recordatorio severo de la profundidad con la que la supremacía blanca y el racismo se arraigan en la sociedad y en las instituciones. Estar en pie y desmantelar las fuerzas, sean visibles o no, que se usan para mantener el estatus quo requiere que todas juguemos un rol.
En Ibis realizamos investigación rigurosa para asegurarnos de que las personas puedan vivir sus derechos sexuales y reproductivos plenamente. A través de nuestra investigación nos esforzamos para desenmascarar verdades y exponer injusticias que nos puedan ayudar a liderar el camino hacia el cambio. Cada individuo es un experto en su propia vida y en nuestro trabajo queremos alzar las voces y experiencias de las comunidades que han sido oprimidas por el racismo y las desigualdades.
Sin embargo, somos conscientes del rol histórico que el campo de la investigación ha tenido en perpetuar opresiones y dañar comunidades. Involucrándonos en investigación que surge de alianzas con comunidades y respondiendo a las prioridades de nuestros aliados en provisión de servicio y activismo es una forma en la cual rechazamos los sistemas de opresión, incluyendo la supremacía blanca. Pero este trabajo requiere vigilancia, y una constante conciencia de nuestro propio privilegio como investigadoras.
Esta semana sólo refuerza nuestra voluntad para poner un freno a la supremacía blanca, para trabajar incluso con más ganas de avanzar la justicia y equidad dentro y fuera de nuestra organización, y de mantener un espacio para responder y trabajar sin cansancio con el fin de erradicar la supremacía blanca en nuestra organización; en la salud sexual y reproductiva, derechos y movimiento de justicia; y en el mundo en general.
Hoy nuestros corazones están con las personas afectadas por la violencia de esta semana en Charlottesville, al igual que en Barcelona. Mañana continuaremos peleando por un mundo mejor donde todas las personas vivan libres de violencia, xenofobia, racismo y opresión reproductiva.